viernes, 28 de marzo de 2008

Demostrando científicamente la existencia de Dios

Una suposición: De pronto, justo al atardecer, se abren las nubes, y por el hueco asoman intensos haces de luz. Se oye una voz sonora, profunda, cálida, etc., que dice "Soy Dios. Dejad de masturbaros, montón de pajeros, o arderéis en el infierno". Éste fenómeno es visto por millones de personas, queda registrado en video y en fotografías, y todo lo demás.
(Opcionalmente, la voz puede ser la de Morgan Freeman, y oírse con la misma intensidad en toda la extensión del mundo).

Bueno. ¿Queda con eso demostrada la existencia de Dios? Y con "demostrada", me refiero a tan demostrada como la teoría de la relatividad (o la de la evolución ;) ); es decir, científicamente demostrada.

Pues, veamos. Lo primero que habría que demostrar es que es una manifestación legítima de una entidad "divina", es decir, no natural. Por ejemplo, podría ser obra de los rusos; o, mejor todavía, ser obra de una raza alienígena, del planeta PinPan, en un nuevo intento de conquistar la Tierra. La manera de diferenciar la obra de los extraterrestres de la de Dios (a menos que uno considere que ambos son equivalentes) es buscar en el fenómeno indicios de una actividad "no natural", es decir, cuyo origen no pueda ser explicado invocando mecanismos naturales (un gigantesco altavoz colgando de un dirigible, en el que los rusos tienen secuestrado a Morgan Freeman, sería un fenómeno artificial, pero explicable por medio de las leyes naturales: las que explican el vuelo del dirigible, las leyes de la acústica, etc.; es decir, se puede concebir un mecanismo mediante el cual el fenómeno ocurre). Si viéramos un platillo volante emitiendo la voz, sabríamos que fueron los extraterrestres, no Dios.
Lo anterior significa que la única marca distintiva de los actos divinos es su naturaleza sobrenatural, es decir, no explicable por medio de las leyes naturales. Si se puede explicar mediante mecanismos naturales, puede no ser obra de Dios (esto no implica que Dios no pueda actuar mediante mecanismos naturales; sólo implica que no podríamos saberlo).

Ahora bien, si encontramos un fenómeno inexplicable mediante las leyes naturales, ¿qué podríamos decir de él? La respuesta es muy sencilla: nada. Habríamos llegado a "no puedo explicarlo", y sería imposible pasar de ahí utilizando el pensamiento racional. Si pudiéramos, significaría que habríamos encontrado alguna hipótesis verificable, y por lo tanto podríamos formular teorías que lo explican, o al menos planteárnoslas. En el caso de la voz que surge del cielo, podemos encontrarnos con que no podemos encontrar la causa. No sabemos de dónde vino la luz, ni la voz, ni por por qué se movieron las nubes, así que podemos decir que tenemos un acto de naturaleza sobrenatural, es decir, divina.
Pero, un momento. ¿Qué dios es el responsable del fenómeno? ¿Girán o Girón? A esa pregunta no podemos contestar, ya que el acto divino se caracteriza precisamente porque no se puede determinar su origen. Nada nos garantiza que hay un único dios. En el caso de que él mismo diga "Soy Girán, el Único Dios", ¿cómo podemos saber que nos dice la verdad? No podemos deduciro de su acto, porque es un acto sobrenatural. De hecho, no podemos tener la más remota idea de cómo es una entidad sobrenatural, porque las leyes que nos permiten deducir cómo son las cosas son por completo inaplicables a él.

Esto significa simplemente que no hay manera de demostrar científicamente la existencia de Dios, aún cuando Él mismo nos lo diga a voz en cuello. De su manifestación nada se puede deducir; sólo podemos llegar hasta el punto en que determinamos que no podemos deducir más cosas. La existencia de Dios no se puede demostrar científicamente.

(Dios no es, decía Juan Escoto Erígena, porque trasciende el ser [y lo mismo muchos otros antes que él]. Tantos años hace que se conoce este resultado, y sin embargo se siguen exigiendo y ofreciendo pruebas de la existencia de Dios; es como para desalentarse de la raza humana).

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